Muerte, lujuria, avaricia y vanidad
606 años tiene ya el famoso reloj astronómico de Praga, la mágica ciudad cuyo destino estelar fue profetizado mucho tiempo antes de su fundación. Sin presupuesto para reparaciones ni relojeros capaces de ponerlo en marcha, en dos ocasiones críticas se pensó en desmontarlo y venderlo como chatarra. La primera vez, Jan Landesberg, relojero, se propuso impedirlo, pero sólo logró hacerlo funcionar parcialmente. La segunda vez, en 1861 y tras un incendio, una colecta popular logró…
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